El oxígeno es un gas reactivo incoloro e inodoro y el componente vital del aire. Supone algo menos del 21% de nuestra atmósfera, aunque es el elemento más abundante en la corteza terrestre, principalmente en forma de óxidos, silicatos y carbonatos.
Además de su uso como gas respiratorio en aplicaciones para salud, el oxígeno tiene fuertes propiedades oxidantes, que pueden ser positivas para muchos sectores, mejorando su rendimiento, optimizando resultados, reduciendo costos y la huella de carbono, en comparación con otros combustibles. El enriquecimiento con oxígeno o la sustitución del aire también mejora la eficiencia de los procesos químicos y biológicos.
Entre las aplicaciones que utilizan oxígeno se encuentran la combustión, la oxidación, la fermentación, el tratamiento de aguas residuales y la acuicultura. Combinado con acetileno (C₂H₂) u otros gases combustibles o con argón (Ar) y dióxido de carbono (CO₂), el oxígeno se utiliza en aplicaciones de corte de metal, soldadura, endurecimiento, limpieza y fusión. En el sector alimentario, el oxígeno se utiliza para mantener un color fresco y natural, por ejemplo, en la carne fresca.
Terapias de oxígeno para pacientes.
Uso en emergencias, ventilación asistida.
En cirugía, anestesia y cuidados intensivos.
Alta pureza (más exigente que el oxígeno industrial).
Debe cumplir normas de gases médicos.
Equipos y válvulas específicas.
Contenido: Oxígeno médico (O₂)
Estado físico: Gas comprimido
Presión de trabajo: ~ 200 bar
Presentación: Cilindro hospitalario de Acero
Color distintivo: Blanco
Uso combinado: 99.5 % (grado médico)